Tras unos meses en su primer despacho de abogados en prácticas, Javier se lanzó a la cancha a jugar. Desde el primer día de su colegiación estaba pisando comisarías, juzgados y salas de audiencia. Al poco tiempo cofundó la firma que ahora dirige. Y desde entonces comparte el liderazgo del despacho mientras ejerce el derecho penal con pasión y rigurosidad.
Con el cliente la escucha activa sin juicio y amor mucho amor. Prefiere un whatsapp que las largas esperas intentando localizar a alguien o esperando una semana a reunirse con él, aunque luego te persiga para comer o tomar un café sin prisas.
Con el contrario paciencia, respeto y poca resistencia, como en el aikido más vale utilizar la propia fuerza del adversario para derrotarlo. Aunque a veces es más sencillo de lo que parece alcanzar acuerdos buenísimos entre los implicados.
Algunos de los casos de éxito de Javier han sido publicados en la revista Economist & Jurist.
Javier es un fanático del deporte, entrena duro todos los días y ha practicado prácticamente de todo, desde las artes marciales hasta la meditación zazen, la escalada, buceo, vela… Amante de la naturaleza, le encanta hacer escapadas con su camper y levantarse en cualquier lugar nuevo que descubrir.
Ha sido voluntario en la Fundación Vicente Ferrer y, actualmente de Médicos sin Fronteras y el Instituto Guttman.
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