Delitos contra la Seguridad del Tráfico: El delito de Alcoholemia

La realización de la prueba de detección de alcohol únicamente será obligatoria en los siguientes casos:

1.- Conductor implicado en un accidente de tráfico.

2.- Conductor con síntomas evidentes de conducir bajo la influencia de alcohol.

3.- Conductor denunciado por cometer una infracción de la Ley o Reglamento de Tráfico.

4.- Conductor que se halle en un control preventivo de alcoholemia.

Fuera de los casos indicados en la pregunta anterior los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no tienen legitimidad para requerir a un conductor para realizar las pruebas por lo que podrías negarte a realizar la prueba.

En el caso de que tengas dudas, recomendamos que realices la prueba y, posteriormente, se cuestionará el motivo de la realización de la prueba.

Asimismo, si el conductor padece una enfermedad respiratoria o de otro tipo que impida realizar la prueba podrá acreditar que no le es posible realizar la prueba por incapacidad física. Recomendamos llevar en el vehículo el documento médico justificativo.

La negativa injustificada a realizar la prueba conlleva dos consecuencias:

1.- Probablemente se imputará un delito de conducción bajo los efectos del alcohol por la sintomatología que presente el conductor, sin necesidad de objetivar la tasa de alcohol en sangre.

2.- Se imputará, además, un delito de negativa a someterse a las pruebas de detección de alcohol, el cual conlleva unas penas más gravosas. En concreto, se le pondrá imponer una pena de prisión de 6 meses a 1 año, así como la retirada del carnet de conducir de 1 a 4 años.

Habitualmente se realiza una primera prueba con un detector de alcohol mediante un alcoholímetro. Se suele realizar desde el interior del vehículo del conductor requerido. Si la tasa es superior a la permitida se seguirá con el procedimiento.

Posteriormente, si el resultado de la primera prueba es positiva, se realizará la prueba con un etilómetro evidencial, el cual, deja reflejado mediante la expedición de tickets los datos relativos a la prueba efectuada. En este caso, se realizará la prueba dos veces, con 10 minutos de diferencia entre la primera y la segunda.

Por tanto, al menos, el conductor tendrá que soplar 3 veces. Una primera como filtro por el alcoholímetro, y dos veces más con el etilómetro evidencial, ello, sin perjuicio de repetir la prueba, a consideración del agente, por haberse interrumpido la prueba.

Nuestra legislación permite que una vez comparecido ante el Juez del Juzgado de Guardia el conductor pueda reconocer los hechos y conformarse con la pena solicitada por el Ministerio Fiscal. En estos casos la ley permite una rebaja de un tercio de la pena prevista en el Código Penal. De esta forma, por ejemplo, la retirada de carnet durante el plazo de 1 año se quedaría en 8 meses, la multa de 6 meses se quedaría en 4, la prisión de 3 meses a 2 meses (lo que permite sustituirla por multa).

Por tanto, siempre que los hechos imputados sean claros y haya pocas posibilidades de conseguir una absolución en el juicio (en casos por ejemplo de más de 0,66 mg/l y acta de sintomatología) habrá que valorar si se alcanza esta conformidad al inicio del procedimiento por sus evidentes ventajas, no solo por la rebaja en la pena, sino por la evitación del proceso judicial, así como los gatos de defensa y representación.

La conformidad se puede alcanzar, incluso, el mismo día que el juicio, sin embargo, la rebaja del tercio de la pena únicamente se aplicará en el Juzgado de Guardia por lo que habrá que decir ese mismo día lo más conveniente para el conductor.

El conductor tiene derecho a ser asistido por abogado desde el momento en que se le comunica la imputación de delito, sin embargo, al no ser habitual la detención del conductor, el abogado comparecerá en el Juzgado de Guardia, sin embargo, es aconsejable que el abogado tenga conocimiento lo antes posible para poder preparar la declaración del investigado así como para valorar la posible conformidad tras haber examinado el expediente judicial.

Por ello, es aconsejable contactar con un abogado lo antes posible para que vele por el cumplimiento de los derechos del investigado y pueda prepara la estrategia procesal con antelación.

El abogado penalista especializado en alcoholemia, en primer lugar, determinará con el conductor investigado cómo han sucedido los hechos. Posteriormente informará al investigado de sus derechos y obligaciones, así como en qué consiste el procedimiento judicial y las consecuencias de la posible condena.

Una vez en el Juzgado de Guardia, solicitará copia del expediente judicial y analizará el contenido del mismo en busca de motivos de impugnación de la prueba. Asimismo, se analizará la homologación y revisión del etilómetro evidencial con el que se realizó la prueba y el resto de requisitos legales para valorar la viabilidad del asunto.

Si hay viabilidad en la defensa, se declarará y se seguirá con el procedimiento hasta la fecha del juicio. Si no hay viabilidad se reunirá con el Ministerio Fiscal para negociar una posible conformidad que incluya el tercio de rebaja en la pena y se alcanzará la conformidad finalizando el proceso.

Si la retirada del carnet es inferior a 2 años no será necesario volver a realizar los exámenes para la obtención del carnet. Únicamente tendrá que realizar un curso de sensibilidad viária el cual no será condicionante para que pueda volver a conducir. Esto es, le devolverán el carnet y podrá conducir, si no realiza el curso le podrán imponer 200 euros de multa por infracción administrativa.

Por otra parte, si la retirada es superior a 2 años el conductor deberá volver a realizar los exámenes para obtener el carnet de conducir de nuevo, por ello, es de vital importancia tener este dato presente, ya que las consecuencias de una retirada superior a 2 años son mucho más gravosas que si es inferior pues deberá volver a sacarse el carnet.